El MISTERIO DE LOS PASTELITOS DE QUESO

EL MISTERIO DE LOS PASTELITOS DE QUESO

Marta ha preparado unos pastelitos y una gran torta de chocolate que es su especialidad. Los pastelitos los deja en el horno y guarda la torta en la nevera, la cual dejará para compartirla al final de la reunión, pues sabe que es lo que mas le gusta a todos y de esta manera hará que los amiguitos de su hija Lina, quien está cumpliendo seis años, la acompañen hasta el final. 

A la reunión han asistido diez amiguítos, Marta está un poco nerviosa pues estos amiguitos al igual que su hija son muy tremendos por lo que tendrá que tener mucho cuidado con ellos.  Los amigos de Lina se dividen en cinco hembras y cinco varones. 

Los pastelitos son tres de queso y siete de jamón, Marta sabe que a las niñas les gustan los de queso y a los varones los de jamón, por eso sale a comprar mas queso para hacer dos pastelitos mas y poder complacerlas a todas. No importa si al final queda alguno, pues ella se comerá el que sobre, ya que no le importa si estos sean de queso o jamon.

Al regresar con el queso se da cuenta que en el horno solo quedan ahora ocho pastelitos, ella mira a los niños tratando de ver quien pudo comérselos y nota sospechosamente que ellos están quietecitos y sentaditos como unos angelitos. Marta revisa bien y se da cuenta que los que quedan son los tres de queso y cinco de jamón. De manera que sus principales sospechosos son los varones.

Marta hace los dos pastelitos de queso y completa los diez, ahora hay cinco y cinco, pero esta preocupada porque debe salir nuevamente a buscar los refrescos. Ella va y busca los refrescos y al llegar revisa enseguida y ve que ahora le faltan todos los pastelitos de queso y solo quedan los cinco de jamón.

Entonces a Marta no le queda mas remedio que repartir de a medio pastelito para cada uno de los niños, sin embargo, las niñas no comen porque todos los pastelitos son de jamón y a ellas solo le gustan los de queso, de manera que a Marta le sobran dos pastelitos y medio los cuales guarda nuevamente en el horno. Ella observa a los niños sin percatarse de nada fuera  de lo norrmal.

Al cabo de unos minutos se le ocurre una idea. Se ausentará nuevamente, pero esta vez se irá al patio y desde una ventana superior, con vista directamente a la cocina, espiará a los pequeños y resolverá aquel curioso misterio.

Una vez ubicada en la ventana queda sorprendida con lo que ve. Tres de los niños están frente al horno y uno de ellos saca de una bolsa los pasteles que faltan y los coloca en el horno y luego saca del horno los dos y medio que habían sobrado y los guarda en la misma bolsa, luego se van y eso es todo.

Cuando Marta regresa a la cocina está mas confundida que antes, mira a los niños y por supuesto que nadie está comiendo, porque ellos solo han cambiado los pasteles, pero, ¿por qué? ¿Para que? Entonces repite esta acción de esconderse y espiar para asi tratar de entender, pero es inútil, los niños solo cambian los pastelitos una y otra vez. Después de cierto tiempo haciendo ésto marta se cansa y decide no salir mas y se queda en el comedor pensando ¿qué es lo que esta sucediendo? ya cuando está casi a punto de volverse loca se le acerca un niño y le pregunta

• Señora, ¿No tiene que volver a salir?
• ¡Ah! - Marta reacciona sobresaltada.
• ¿No tiene que volver a salir? - Repite la pregunta el niño, ya un poco ansioso
  ¿Por que? - pregunta Marta - ¿van a seguir escondiendo los pastelitos?
• Bueno si . . . o sea . . . no
• Y ¿entonces?
• Bueno . . . esteéééé . . . - el niño se muestra indeciso para hablar
• ¿Entonces? ¿Dime que es lo que quieres?
• Es solo que . . . - el niño señala a la nevera - ya se esta terminando la torta de chocolate y me toca mi turno para comer.
  Marta reacciona estupefacta
• ¡¿Ah?! ¡¿la torta de chocolate?! Oh nooooo

FIN