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domingo, 19 de julio de 2015

LOS DESVARIOS DEL POETA: SE ACABÓ EL TIEMPO

SE ACABÓ EL TIEMPO


Se acabó el tiempo, la muerte quedó atrás
lo que se vino con el viento se arremolinó
todo perdió sentido y la vida no fluyó mas
el camino esta accidentado y el puente . . .
caído en la via de retorno
¿porque no veo? .
Lo desconocido es lo común ahora

El disturbio es lo romántico y el corazón lo sabe
nadie ve, pero la gran mayoría tiene la claridad
de saber que no sabe lo que supo que sabía.
Un corazón necesita sangre para bombear
lo veo, es mio lo supe siempre . . . ¿el dolor? 
Vive, canta, el amor es como siempre, te hace feliz 
y te mata y se ríe de ti y de tu muerte.

La meta llegará a mi y tendrá su justo valor y . . .
el tiempo habrá pasado
te lo dije al principio
se acabó el tiempo
y lo perdimos.

ES EL FINAL.






viernes, 3 de julio de 2015

CASTILLOS DE ARENA

Mas de los niños traviesos

CASTILLOS DE ARENA

Hoy les voy a narrar un cuento muy corto, pero que igualmente lleva su reflexión, es algo imaginario, pero con base en la vida real, de manera que supongo que algunos de vosotros se sentirán aludidos y otros quizá se transportaran a cuando fueron niños, porque realmente fuimos todos niños.

Es posible que alguno no entienda lo que se quiere decir, si ese es el caso, le recomiendo que haga leer el cuento por un niño y este se lo explicará casi como si lo hubiera escrito el mismo.

El cuento se refiere a un niño llamado Pedrito. Si, porque, claro, era un niño y su madre le decía Pedrito, por supuesto le decía así por su amor de madre, sin embargo ella misma no era concierte de ello, creía que le decía así solo porque era pequeño, pero no.

Bueno pero ya no le demos mas vueltas al asunto y vamos a comenzar con el cuento.

Había una vez un niño muy inteligente llamado Pedrito, que estaba tramando una siniestra travesura, porque sabía que su muy antipático padrastro estaba teniendo una aventura con la niñera que lo cuidaba y estaba buscando la manera de hacérselo saber a su madre pero sin decírselo.
.
Entonces un día que estaban en la playa, tuvo una idea. Se sentó a construir un castillo de arena y cuando ya tenía bastante grande su castillo llamó a su mamá.
  • Mamiiiiii . . . mira
  • ¿Que estas haciendo Pedrito?
  • Castillitos de arena
  • ¿Castillitos? . . . pero . . . este es muy grande debe ser un castillote
  • Si mami es muy grande
  • Entonces debes llamarlo castillote
  • No, ¿porque? Es un castillito
  • Fíjate si yo hago uno así de este tamaño – su madre hizo otro castillo muy pequeño y dijo
  • Este si es un castillito
  • Pero, lo hiciste muy rápido, debe ser un castillo cualquiera

La madre quedó confundida, entonces buscó con la mirada un edificio muy alto que se veía desde la playa y lo señaló diciendo:

  • Fíjate en ese edificio y supón que es un castillo . . . ¿Es un castillito o castillote?
  • Depende, tendría que preguntarle a quien lo hizo
  • No Pedrito, no depende mas que de su tamaño
  • No mami, tu no entiendes, fíjate - dijo Pedrito  - voy a ponerte un ejemplo
Pedrito se alejó un poco y buscó a una señora que estaba cerca de ellos en la playa y la trajo hasta donde estaba su madre.
  • Señora - dijo Pedrito – digale a mi mamá ¿que estoy haciendo yo aquí?
  • Castillos de arena – dijo la señora, levantando los hombros, sin entender la intención del niño.
    Su madre al oír una respuesta tan simple y vacía de sentimientos, intervino, en tono, casi de reclamo
  • ¡No señora! . . . son castillitos de arena – dijo la madre de Pedrito, dando una entonación muy marcada a las palabras
  • Gracias señora – dijo Pedrito y esta se alejó sin haber entendido el asunto
  • ¿Te diste cuenta mamá?
    La mamá de Pedrito quedó mirando por un momento al niño y aunque se daba cuenta de lo que había hecho, aun estaba un poco confundida, por eso contestó.
  • Bueno . . . si, pero, o sea . . . la verdad no lo entiendo exactamente
  • Pero si es fácil mamá, no tiene nada que ver con el tamaño, vamos, te pondré otro ejemplo mas claro:
  • ¿Como se llama la señora que me cuida?
  • Guadalupe
  • Ok, eso es. Y ¿como le dice mi nuevo papá?
  • No lo se, ¿como le dice?
  • Lupita
  • ¡Aahh! . . . ya voy entendiendo . . . - ahora con un gesto de malicia en su rostro pregunto - yyyy . . . ¿como le dice ella?
    Pedrito hizo como si iba a contestar, pero su madre adivinó la respuesta en la cara del niño y le coloco su mano en la boca y se lo impidió.
    La madre abrazó a su hijo. Luego hubo una pausa de varios segundos, al cabo de los cuales la madre dijo en un murmullo
  • Voy a matar a ese desgraciado.
    En la cara del niño se dibujó una sonrisa tan angelical . . .

FIN