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lunes, 24 de junio de 2013

Filosofía práctica para vivir

En el trabajo

En el trabajo es conveniente conocer el ¿por que? hacemos lo que hacemos y como lo debemos hacer, cada operación administrativa o de carácter técnico tiene su razón de ser y detrás de estas razones está el valor de lo que hacemos. El trabajo constituye una dimensión fundamental de la persona, por medio de este el hombre participa en el desarrollo de su entorno y en el propio.

Necesitas del trabajo para atender las necesidades vitales. Pero mucho mas que una necesidad biológica  el trabajo es una necesidad moral. El trabajo siempre lleva el sello de la dignidad de la persona, no es superior o mas digno porque sea objetivamente mas importante o mejor remunerado. También los trabajos mas humildes y fatigosos, tienen como distintivo propio la dignidad personal. Tranquilidad alegría y placer brotan del producto de un trabajo hecho con calidad y honradez.


Debe hacerse el trabajo con responsabilidad  cuidado, entusiasmo, sentido de pertenencia y honradez, llevándose bien con los patrones, supervisores o compañeros; con la conciencia y el gozo de estarse procurando el propio sustento y el de la familia, de que esta contribuyendo a la construcción del mundo, a la civilización del amor y a la propia felicidad. Las empresas excelentes son aquellas en que las personas no tienen que trabajar sino que quieren trabajar y lo hacen con entusiasmo constancia y responsabilidad. 

Filosofía práctica para vivir

Valores humanos y actitudes personales


El comportamiento de cada persona esta siempre influenciado por los valores que a lo largo de su vida esta ha desarrollado, cuando somos niños, percibimos el mundo según nuestro órganos de los sentidos y estas sensaciones pasan directamente a nuestros sub-conscientes, también vemos el comportamiento de las demás personas y según lo que sucede a nuestro alrededor nos hacemos ideas del valor que tienen las cosas, aprendemos a percibir el tiempo y las distancias y como estas dimensiones pueden afectarnos, inclusive sin darnos cuenta y sin proponernoslo nos hacemos ideas del valor que tiene la gente, todo este conjunto de cosas pasan a nuestro sub-consciente y es allí donde a lo largo del tiempo van tomando forma los valores, estos valores se convierten en el porque de la actitud de cada individuo o dicho en otras palabras, sobre estos valores se fundamenta y se construye la personalidad. Cada quien tiene una jerarquía de valores aunque no es consciente de ello y no obstante que vivimos en el mismo mundo no todos percibimos el mundo de la misma manera, por el contrario siempre se dice que cada cabeza es un mundo diferente.

Las actitudes o comportamientos de cada persona es entonces la demostración tangible de los valores, estos comportamientos son tan diversos como personas existen en el mundo, podemos identificar algunas características esenciales de las actitudes humanas y diferenciarlas, según nos resulten positivas o negativas.

Las actitudes son contagiosas, tanto las positivas como las negativas.
Quien recibe una actitud positiva esta en condiciones optimas de ofrecer actitudes igualmente positivas a los demás  pero quien recibe actitudes negativas, se siente tentado a actuar de la misma manera frente a otros. Para nuestro desemvolvimeinto productivo en el mundo es conveniente saber de esto y hacerlo consciente, de manera que es importante que los seres humanos aprendamos a mantener un estricto control sobre nuestras actitudes y mas allá de las actitudes a controlar nuestras emociones, buscando siempre ser protagonistas de actitudes positivas, teniendo presente que esto redundara en la percepción de calidad personal que los demás observaran en nosotros, recordemos siempre que los valores engrandecen a quienes los pregonan y perfeccionan a quienes los poseen.